miércoles, 6 de noviembre de 2013

“La única lucha que se pierde es la que se abandona"

Lucas MacGuire, es el encargado de la “casa” de la Asociación Miguel Bru en Parque Patricios.
Un hombre de 41 años de edad, pero que aparenta mucho menos; se mantiene con una gran vitalidad, su figura se asemeja a la de un “Rock Star”: pelo semi largo y rubio, jeans, voz ronca de fumador y un cuerpo flaco y alto. Su personalidad es lo que más llama la atención, además de su gran parecido al cantante venezolano Carlos Baute. Una sonrisa abierta de oreja a oreja resalta en su cara, muy simpático y atento, su forma de ser produce cierta comodidad y relajación al momento de entablar conversación con el.

Arrancando como colaborador en la Isla Maciel, Lucas siempre estuvo predispuesto a ayudar voluntariamente a proyectos como este. Llego a dirigir la Sede Parque Patricios porque él se ofreció, sin problemas, siendo el único que vive en la Capital de la Provincia. Lucas, junto a otros pocos organizadores, lleva adelante todos los talleres y actividades, que conforman una pequeña familia que se hacen cargo de la Asociación, demostrando permanentemente la voluntad y el compromiso que tienen, día a día y horas y horas de constante dedicación. Este cambio de vida y organización basada en sus actividades dentro de los talleres, no logran ser una mera sobra de la bandera de lucha que llevan en nombre de Miguel y de todas esas personas que encuentran en la Asociación su hogar.
“-Tenemos tres talleres de música, que son ensamble musical de todos los instrumentos, batería y canto. Después tenemos talleres de computación y de electricidad.
-¿Todos los talleres se desarrollan acá?
-Todos los brindamos acá, pero son articulados con organizaciones más allá del estado.”. Así comenzó Lucas, contando como eran los talleres y cómo se empezaron a conformar. Habló del compromiso de todas las personas que se encuentran ahí y como lo hacen sin obtener beneficio alguno, más allá que la contención y felicidad de los que asisten a los talleres.

Una tarde primaveral de sábado, mientras recorría las diferentes habitaciones del lugar y mostraba para que servía cada una, Lucas comentaba sobre los principios de la Asociación: “Hace siete años que contamos con este espacio para desarrollar los talleres, anteriormente brindábamos apoyo en la Isla Maciel. Ahí es donde comenzó todo este proyecto...”.
Lucas llegó a la asociación no a través del periodismo, sino por medio de la experiencia, de venir trabajando en otros talleres de inclusión social, ya desde chico. —En mi época, cuando yo era un borrego de alguna manera, yo era asistente en algunos talleres. Entonces trabaje de alguna forma la experiencia, y como yo soy uno de los pocos que vive acá en Capital, decidí coordinar este proyecto. Hace ya siete años que seguimos ahí en “pie de guerra”. —Contaba
Lucas mientras reía y mostraba nuevamente su gran sonrisa campechana ­—.

Cuando se sentó en uno de los sillones de la sala, luego de ofrecer gaseosa, parecía que iba a dar una conferencia de prensa, pero con personas que se asemejaban a amigos de toda la vida. Contestaba con exactitud, tranquilidad y buena voluntad todas las preguntas que le hacían. Explicó que no obtienen subsidio del Estado y que no se le paga a nadie ningún tipo de sueldo, también habló de Rosa Bru con una sonrisa en el rostro. Parecía que hablaba de ella como si fuera su propia madre. Contó que Rosa siempre está ocupada, por lo que no siempre va. Los visita en ocasiones importantes.
Al contar que no obtenía donaciones excepto electrodomésticos como un freezer y una heladera, los cuales hoy en día se encuentran utilizándolos, surgió la pregunta de donde sacaban el dinero para mantener la sede, que se encontraba sumamente prolija y ordenada. En ese momento Lucas MacGuire comentó que León Gieco ayudaba para la parte económica, que los recitales que brindaba eran a total beneficio de la Asociación y con eso se mantenían más o menos. Siempre se creó la idea de que León pudiera ir hasta esas callecitas pequeñas de Parque Patricios, a visitarlos, pero nunca se ha concretado. “Este año se va a implementar un nuevo taller de periodismo y esperamos que venga León, o esa es la idea.”, decía con ilusión y felicidad, al esperar la visita del cantautor argentino.

Hoy en día Lucas está haciendo una maestría en comunicación y derechos humanos en la vieja sede de la facultad de Periodismo de La Plata, “allá por 44”, esto también demuestra el carácter inquieto y de superación que hacen de Lucas un hombre que siempre busque relacionar su vida a la Asociación y la Asociación a su vida, en la búsqueda de saber siempre un poco más.

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