Maghy Panno es trabajadora social en
la Secretaría
de la Niñez y
participante del Foro por los Derechos de la Niñez, la Adolescencia y la Juventud.
¿Cuál era el contexto socio-político en el que surgieron las ONG?
-Las ONG se fueron acrecentando en la década de los 90 en la Argentina. Este
protagonismo no fue al azar sino que tuvo su correlato con una serie de medidas
políticas aplicadas en nuestro país y también en gran parte de Latinoamérica
conocidas como “Consenso de Washington” donde se presuponía la incapacidad del
Estado de manejar en forma correcta los intereses de los ciudadanos y la falta
de efectividad para elevar la calidad de vida de los pobres. Como contrapartida
se proponían a las ONGs como modo de control y hacedoras de políticas públicas
y acciones sociales.
¿Qué necesidades se buscaba cubrir?
-Estas ONGs disponían de los recursos existentes. No los
malgastaban, llegaban a la gente. Es así como se las presentó como un fenómeno
insoslayable en el escenario regional y que llevan a cabo objetivos tan
importantes como contribuir al desarrollo sostenible, la democratización y la
defensa de los derechos humanos , el fortalecimiento y participación de la
sociedad civil, entre otros. Muchas de ellas no se sostenían y no se sostienen
por sus propios medios, sino por los subsidios que el Estado les otorga.
“La realidad es que tal como están y para lo que están, no
deberían existir ya que es como terciarizar al estado, eso quiere decir: mano
de obra barata para cubrir necesidades que el estado debería cubrir.
¿Qué tipos de ONG hay?
-Un ejemplo son los comedores barriales ¿Por qué existen? Es un
fenómeno que se da a partir del 2001 en el país. Nacieron por la crisis post
década del 90, pero deberían haber desaparecido ya, porque los niños, jóvenes y
las familias enteras deberían poder comer en sus casas. Pero como no hay
trabajo y la pobreza sigue existiendo, los comedores barriales también.
¿Qué pasa con los
espacios destinados para niños y/o adolescentes?
-En el caso de las ONG que nuclean a niños y jóvenes es otro
ejemplo claro, fundamentalmente los que son hogares, donde los niños y jóvenes
permanecen viviendo allí. Bueno, el gobierno les da becas con un monto
irrisorio por pibe que pagan cuando quieren, algunos cobran después de seis u
ocho meses.
“Hay más de 600 hogares en la provincia de Bs. As. que agrupan a
más de 15000 pibes. Para los voluntarios de allí es algo que hacen con amor y a
fuerza de sudarla, pero ¿por qué el estado no se hace cargo directo de los
15000 pibes? Porque le conviene más terciarizar mano de obra barata y además
ahorran con las becas pe cápita. Total que se arreglen los responsables de la
ONG.
Y así son en su mayoría creadas para cubrir lo que el estado
debería hacer por obligación.
A modo de conclusión,
¿Cuál crees que es la solución posible?
Yo estoy convencida de dos cosas: la primera es que si los
trabajadores del estado hicieran la tarea por lo que le paga el estado y sin el
compromiso que tienen y, a su vez, desaparecieran todas las ONG que sostienen
lo que el estado no hace, entraríamos en una crisis terrible y eso lo sabemos
todos lo que ponemos de una u otra forma el hombro. Vos lo hacés en la facultad,
yo en la Secretaría
de Niñez y tantos miles a lo largo y a lo ancho del país.
“¿Debería ser así? Podría funcionar con ONGs pero si las políticas
públicas estuvieran discutidas y decididas por los que estamos en el territorio
y por lo trabajadores estatales.
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